Terapia de interacción Padres-Hijos (PCIT)

La PCIT es una terapia breve, surge a finales de los años 80, para tratar los problemas de conducta en la infancia. Está demostrado válido empíricamente y es considerada una terapia excelente en el tratamiento de problemas de la infancia de indisciplina como desobediencia, oposición, agresividad, trastorno negativista desafiante, trastorno por déficil de atención e hiperactividad y trastorno disocial. En consecuencia, deriva en inadaptación social, familiar y/o escolar. 

Utiliza la terapia de juego, los métodos operantes y la influencia de los trabajos de Hanf de intervenciones en vivo con los padres. La idea es generar una relación parental saludable y asertiva con un estilo de comunicación claro y marcando límites en la educación. 

Esta terapia mantiene que los problemas que presentan los niños se establecen a través de sus interacciones tempranas con sus padres, y que al igual que esa influencia negativa se establece, también ésta es la manera más potente de influir positivamente.  El comportamiento más natural del niño es el juego y es el principal medio para desarrollar habilidades de resolución de problemas, connvirtiendo a los padres en los propios agentes de cambio enseñándoles, con el juego y en vivo, a conseguir un rol parental positivo y unas habilidades de modificación de conducta. 

Este entrenamiento directo a padres e hijos conjuntamente y en vivo, hace que se puedan corregir los errores de los padres y adaptarlos a cada caso presentando modelos de actuación y moldeando a los padres. 

Esta terapia es útiil para problemas de diversa índole: desobediencia, agresiones verbales, crueldad con animales, agresiones físicas, mentiras, problemas de conducta en clase, niños con tendencias incendiarias, hiperactividad, conductas destructivas, familias de hijos de relaciones anteriores, robos, conductas auto-lesivas, quejas y llantos, secuelas de abusos, baja autoestima, mal humor, perfeccionismo, retraso en el desarrollo, aceptación de separaciones y ansiedad por separación. 

Verónica Díaz

 Psicóloga de AyC

PAPELES DEL PSICÓLOGO vol.35-2014