El sobrepeso y obesidad infantil constituyen un problema en los países desarrollados con importantes implicaciones sociales, psicológicas y sanitarias. Entre las principales consecuencias de esto
se destacan los casos precoces de diabetes tipo II, colesterol elevado, insatisfacción corporal, afectación de su autoestima, falta de éxito y popularidad, problemas para controlar la ingesta.
Las causas de dicha obesidad pueden ser:
- el número de horas frente al televisor
- un número insuficiente de horas de sueño
- saltarse el desayuno
- falta de actividad física diaria
- comer solo y abusar de chucherías
- comer para aliviar el aburrimiento y malestar emocional
- una alimentación inadecuada y desequilibrada
La tarea fundamental es instaurar hábitos y costumbres que eviten los problemas de exceso de peso infantil.
- El tiempo dedicado a locio sedentario de televisión, consolas o internet, no debe exceder, como máximo, de 2 horas diarias.
- Marcar una hora límite para irse a la cama y no esperar a acabar tal o cual programa de tele o de charlar con un amigo...etc. Esto permitirá la niño dormir al menos 10 horas diarias y levantarse con tiempo suficiente para desayunar.
- Realizar sistemáticamente un desayuno que aporte al menos entre el 10-15% de calorías consumidas a lo largo del día y que incluya lácteos, cereales y fruta.
- Limitar el consumo de chucherías a momentos particulares de la semana, como puede ser algún día después de clase o de alguna actividad extraescolar. No dar dinero a los niños para que compren diariamente las golosinas que deseen.
- Procurar realizar alguna de las comidas principales en familia (comida o cena) en la que todos comen de todo lo que hay.
- No usar los alimentos o chuches para calmar el aburrimiento, el desasosifego o la inquietud de los niños. Facilitar una conducta alternativa.
- Distribuir la alimentación del niño en 5 comidas diarias, en el que un tercio de las calorías consumidas sean frutas y verduras, otro tercio legumbres, arroz, cereales, pasta o pan y el tercio restante, carne, pescado, lácteos y aceite de oliva.
Verónica Díaz
Psicóloga AYC
fuente FOCAD
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