Los celos entre hermanos

 

 

¿CÓMO SE MANIFIESTAN LOS CELOS EN LOS NIÑOS?

Son tan múltiples las formas como los individuos o las familias. Pero destacaremos algunos comportamientos fácilmente observables y frecuentes:

 

1. Rivalidad abierta: se manifiesta de forma verbal hacia el otro: “no quiero al hermanito”, “quiero que te lo lleves”, etc.
2.
Actuaciones agresivas hacia el bebé: de la palabra se pasa a la acción; el niño le quita los juguetes a su hermano, le tapa la nariz, etc.
3.
Hostilidad hacia la madre: con formas de actuación que saben que molestan a la mamá: “desobedecer”, “oposición sistemática hacia lo que se le pide”, etc.
4.
Hostilidad hacia sí mismo: “te vas a enfadar conmigo”...
5.
Regresar a comportamientos más infantiles: “ponme el chupete”, “hablan como si fueran más pequeños”, etc.

 

Dentro de cada familia los niños encontrarán la primera ocasión para relacionarse, para resolver situaciones conflictivas y para ubicarse en un núcleo social. Considerando la importancia de este punto también debemos valorar el lugar que el niño ocupa en el ámbito familiar. Los niños que tienen hermanos tienen el entrenamiento cuando llegan a la escuela.

No hay ninguna posición más o menos favorable. Cualquier lugar que se ocupe entre los hermanos tiene ventajas o inconvenientes. Veamos no obstante, algunas características generales y típicas:

EL PRIMOGÉNITO. En él se depositan todas las expectativas e ilusiones de sus padres. También en él se aglutinan las inseguridades y temores e inexperiencias. Ha sido único por un tiempo y recibe con la llegada del hermano un duro golpe a su soberanía. Suele ser el modelo y posee cierta autoridad pero también sufre una gran sensación de responsabilidad.

EL MEDIANO. Puede que sea ésta la posición más difícil. A veces es demasiado mayor para estar con los pequeños y demasiado pequeño para estar con los mayores. Simultáneamente se juzga con arbitrariedad su madurez: a veces es mayor, a veces es pequeño. Sin embargo suele gozar de un éxito social y soltura que no tendrá su hermano mayor.

EL BENJAMÍN. Suele tener dependencia respecto a sus hermanos y con ello será más difícil alcanzar independencia y autonomía. Pueden achacarse a esta posición la inseguridad, testarudez e inestabilidad.

EL HIJO ÚNICO. Es depositario de la dedicación a tiempo completo de sus padres, de su cariño y protección. Ello puede suponer que sea caprichoso o egoísta. Aunque pudiéramos pensar que no tienen celos, no es así. Sufren por el temor a perder el amor de sus padres, de molestarles, etc. pueden sufrir celos de un amiguito.

                      ¿ES NORMAL QUE SE PELEEN Y DISCUTAN?

En todas las familias se producen roces, fricciones y peleas que suelen molestar a los padres. Cuando la diferencia de edad entre los hermanos es poca se producen mayores conflictos. Por regla general cuanto más celosos se sientan los hermanos entre ellos, más tendencia tendrán a discutir y pelear.

Siempre que no haya consecuencias graves es bueno dejar que solucionen ellos mismos los conflictos en la familia para que luego sepan resolverlos también fuera de ella. Sólo se ha de intervenir si el daño que pudiera hacerse fuera grande. Se deberá procurar no proceder injustamente, escuchando ambas versiones y sin aventurar hipótesis sobre quién comenzó. Es importante que puedan expresarse verbalmente, mostrar sus desacuerdos, sin llegar a pegarse.

A modo de resumen, recogeremos las actitudes que ayudan y que no ayudan frente a los celos infantiles :

AYUDAN

NO AYUDAN


Reconocer el sentimiento celoso como algo natural.

Ser tolerante con las regresiones.

Dar la oportunidad de expresar su malestar.

Contarles las vivencias personales con los hermanos cuando éramos pequeños.

Atender con interés los éxitos.

Evitar situaciones tentadoras.

Transmitir que se les quiere.

Ofrecer situaciones sobre las ventajas de ser mayor.

Favorecer el contacto con niños de su edad.

Pedir la colaboración del niño en tareas de cuidado de su hermano.

Decir que los hijos son responsabilidad de los padres que han querido que nacieran.

Decirle que sus celos desaparecerán.

No descartar la consulta a un especialista.


  
Ocultar el sentimiento amoroso de los padres al bebé.

Exigir demasiado al niño.

Dramatizar el sentimiento celoso del niño.

Hacer comparaciones entre hijos.

Manifestar preferencias por alguno.ü Intervenir prematuramente en las peleas.

Ponerse rígidos o intolerantes con las regresiones.

Comentar con otros adultos las dificultades del niño en su presencia.

Regañarle o enfadarse con frecuencia.

Hacer elogios muy efusivos cuando se muestre cariñoso con el hermano.

Hacerle prometer que se portará bien.

 

 

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